Existen diversos tipos de telescopios y todos tienen ventajas y desventajas según el uso que le quieras dar. Esto significa que hay varios aspectos a tomar en cuenta antes de adquirir uno. A continuación mencionaré un breve resumen de lo más importante que debes saber.
Los tres tipos
Hay muchísimas variantes, pero para fines prácticos te diré que existen 3 principales categorías de telescopios, los refractores que utilizan lentes, los reflectores que utilizan espejos, y los catadióptricos que son algo así como una combinación de los otros dos.
Telescopios refractores
Un telescopio refractor utiliza lentes para la magnificación o aumento. Normalmente tienen un lente más grande al frente, con un lente más pequeño cerca de la parte trasera, ambos instalados dentro de un tubo. Una de sus principales ventajas es que presentan muy poca distorsión, produciendo así imágenes precisas de objetos distantes. ¡Uno de estos es el que utilizaba Galileo hace más de 400 años! Sin embargo, debido a que las lentes son más difíciles de manufacturar que los espejos, este tipo de telescopios viene normalmente en tamaños pequeños y a precios mayores que sus hermanos reflectores. Si te animas por un telescopio refractor te recomiendo buscar uno con lentes de alta calidad, fabricados con vidrio óptico libre de distorsión y con recubrimiento anti-reflejante. Además prefiere siempre los telescopios con accesorios de metal y no de plástico. Spoiler: Ese telescopio de plástico de menos de 50 dólares que te regalaron cuando cumpliste 6 solo te dará dolores de cabeza.
Telescopio reflector
Los telescopios reflectores, también llamados “Newtonianos” utilizan espejos para su magnificación o aumentos. Como resultado, son mucho menos costosos que otro tipo de telescopios del mismo tamaño, y proveen la mejor relación costo beneficio. Estos telescopios utilizan un espejo primario en la parte del fondo, y un espejo secundario más pequeño al frente del lado de la abertura, ambos montados dentro de un tubo. El espejo primario concentra la luz hacia el espejo secundario, y este la refleja hacia el ocular que es por donde se observa. Son telescopios poderosos y accesibles en cuanto al precio, pero son más grandes y pesados que los otros tipos. Si piensas adquirir un telescopio reflector, te recomiendo buscar uno con apertura igual o mayor a 4 pulgadas, prefiriendo los tienen su espejo principal parabólico, en lugar de los que traen espejo esférico, y de igual forma que sus piezas sean de metal y no de plástico.
Telescopio catadióptrico
Un telescopio catadióptrico combina las características tanto de los reflectores como los refractores. Entre los diferentes diseños existentes, los más populares son los Schmidt-Cassegrain y los Maksutov-Cassegrain. Una de sus mayores ventajas es que son muy cortitos pero te brindan una gran distancia focal. Vienen con una lente correctora al frente que ayuda a compensar o minimizar la aberración esférica y de coma que genera el espejo esférico que está en el fondo, y en el centro del plato corrector frontal tienen un espejo más pequeño. El ocular se ubica en la parte trasera, al igual que en los telescopios refractores. La luz que entra al telescopio viaja al fondo de este, luego de regreso al frente, y se refleja hacia la parte trasera. Estos telescopios son geniales para todo tipo de propósito, tanto observaciones del sistema solar como del espacio profundo, destacando excepcionalmente para observar los planetas y otros objetos que requieren grandes aumentos. Su precio varía de medio a alto por lo que no es una compra habitual como primer telescopio, pero si te gusta vivir con clase, anímate por tu Cassegrain.
El diámetro del objetivo… ¿importa?
Un telescopio funciona capturando la luz. Bueno, quizá es una descripción burda, pero se vale para dejarte en claro una cosa: Entre más grande es la apertura de tu telescopio, le vá a entrar más luz, y a mayor luz la imágen que observarás será más luminosa, más nítida y con mejor resolución. Por eso deberías preferir los telescopios con un mayor diámetro, porque esto significa que su óptica, ya sea que se trata de lentes, o de espejos, o de ambos, es mayor, captará más luz y te permitirá mejores observaciones. Es algo así como tu televisor, ¿en donde prefieres ver el mundial, de fut o de lo que te guste, en una tele de 19″ o en una Ultra-HD de 80″? Y en el rango de las grandes los campeones son los telescopios reflectores, porque son los que te brindan mayor apertura al menor precio. Por ejemplo, puedes adquirir un telescopio reflector de 6″ de apertura por el mismo precio que un telescopio refractor de 3.5″, pero no olvides considerar otros factores a favor de los refractores como son un menor peso y menor distorsión.
Distancia focal
La distancia focal es la longitud existente desde el objetivo al punto en el que se forma una imagen nítida de un objeto en sí. Casi siempre es equivalente al largo del tubo del telescopio, a excepción de los telescopios Cassegrain porque tal y como se explicó más arriba, en estos la luz entra y rebota varias veces, multiplicando así la longitud del tubo, por eso que no te resulte extraño que un Cassegrain de 40cm de largo indique tener una distancia focal de 1500mm.
Existe una relación muy importante entre la distancia focal y el diámetro del objetivo. Si dividimos la distancia focal entre el diámetro del objetivo (recordemos en milímetros) obtendremos un número que será la relación de abertura, relación focal o simplemente focal (F).
F = f / d
Así, por ejemplo, supongamos que tenemos un telescopio refractor cuyo objetivo (en este caso su lente delantera) tenga un diámetro de 70 milímetros y una distancia focal de 700 milímetros tendrá una relación focal de:
F = 700/70 = 10
De la misma forma, tenemos también un telescopio reflector con un diámetro de su objetivo (en este caso el diámetro del espejo principal) de 200 milímetros y una distancia focal de 1000 mm, realizando los cálculos obtendremos una relación focal de:
F = 1000/200 = 5
Muy bien, ¿pero qué significan estos números? Pues la relación F nos indica cuánto de luminoso es un telescopio, de manera que, cuanto menor es el número F, más luminoso es. En los ejemplos anteriores el telescopio reflector es más luminoso pues tiene una F igual a 5 y el refractor de 10. Los telescopios con una relación focal corta, al ser más luminosos, son más apropiados para observar objetos débiles de los comúnmente llamados de Cielo Profundo. En cambio, los telescopios con una relación focal larga dan mejores prestaciones cuando sus observaciones están dirigidas a los planetas o la Luna. Esto no significa que tengamos que tener dos telescopios para realizar según qué observaciones queramos hacer, ni mucho menos, cualquier telescopio nos ofrecerá muchos ratos de diversión y observación fructífera pero, como en todo, siempre hay instrumentos más adecuados para un tema que para otro.
Los oculares, accesorios imprescindible para nuestro telescopio, también tienen una distancia focal (fo) aunque esta es mucho más corta que los tubos de los telescopios. Normalmente podemos encontrar oculares de distancias focales comprendidas generalmente entre los 4 y los 40 milímetros.
Aumentos o amplificaciones útiles
Y por supuesto nos queda un parámetro que, supuéstamente, caracteriza mucho a un telescopio y que son motivo de reclamo comercial de muchas tiendas no demasiado especializadas en Astronomía: el aumento. El aumento (x) de un telescopio resulta de dividir la distancia focal del tubo del telescopio entre la distancia focal del ocular.
¿Haz visto telescopios como el de la foto de arriba en las tiendas? ¡Dice 600x! Pues es que utilizando oculares de distancia focal corta, teóricamente cualquier telescopio puede tener muchas X o muchos aumentos, pero son aumentos “teóricos”, ya que el resultado sería una imágen oscura, por no decir negra, muy borrosa, por no decir una mancha.
A diferencia de esto, existe el concepto llamado “Amplificacion útil” que indica hasta cuantas amplificaciones o aumentos (x) es recomendable un telescopio, y usualmente está ligado a su diámetro. Se dice que la amplificación útil de un telescopio se puede calcular multiplicando por 1.5 el diámetro de su objetivo. Así pues, el telescopio de la foto de arriba debe tener una apertura o diámetro del objetivo de unos 70mm, eso quiere decir que como máximo podría brindar una amplificación útil de 105X y no de 600X! Pero en teoría sí que puedes tener las 600x con el ocular adecuado (aunque no puedas observar nada, así que no te dejes engañar).
Por ejemplo, un telescopio refractor que tiene una distancia focal de 700 milímetros, le acoplamos un ocular que nos puede ser útil para todo tipo de observaciones, supongamos de 20 milímetros de distancia focal. ¿Cuántos aumentos tendrá el telescopio con esa configuración? Pues el número de aumentos será:
X = f / fo = 700 / 20 = 35 aumentos ó 35X
Ahora veamos con ese ocular cuántos aumentos obtendríamos con nuestro telescopio reflector del ejemplo anterior. En ese caso, la distancia focal era de 1000 milímetros luego el número de aumentos que se obtendrán será de:
X = f / fo = 1000 / 20 = 50 aumentos ó 50X
Es decir, que con el mismo ocular, el telescopio reflector vería ampliado el objeto que estemos observando 50 veces por 35 veces de las del telescopio refractor.
Es obvio por tanto que a menor distancia focal del ocular mayores aumentos obtendremos con nuestro telescopio. Pero, ¿se verá nítida la imagen? ¿Será lo suficientemente estable como para poder captar detalles? Recuerda no pasar de un número de aumentos que sobrepase 1.5 veces el diámetro del objetivo en milímetros. Siguiendo con el caso de los telescopios anteriores, el refractor, con un diámetro de 70 milímetros no deberías usarlo con un aumento superior a 1.5 x 70 = 105, y en el caso del reflector de 1.5 x 200 = 300.
La observación con aumentos altos depende mucho de las condiciones atmosféricas que se den y de la calidad del cielo nocturno que estemos observando. Pasarse de aumentos nos conduce a observar una imagen borrosa, poco nítida y oscurecida.
Por último, un aspecto importante a tener en cuenta es que cuanto mayor es el aumento, menor será el campo de visión que nos ofrezca nuestro telescopio lo cual, si no tenemos una montura que siga el movimiento terrestre, hará que los objetos que estemos observando se desplacen rápidamente por nuestro campo de visión. En cambio, un pequeño aumento no solo reducirá (pero no evitará) el problema anterior sino que será adecuado para observar objetos extensos como muchos cúmulos abiertos o nebulosas asequibles a nuestro instrumental.
Recuerda: EL NÚMERO DE AUMENTOS NO IMPLICA CALIDAD DEL TELESCOPIO